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Felipe Edfast |
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Margareta Koltai estuvo esgrimida y muchacha exploradora húngara. Nació en Stockholm, donde vivió los primeros años de su vida. Desde la móveda en Skåne, vivió en Helsinborg y más tarde estudió Teología en Lund y en Uppsala. Trabaja hoy en las oficínas nacionales de la Misión de la Nacional Iglesia Sueca y Lutherhjälpen . Es secretária por Asia, y en ésta posición viaja mucho por "sus" países de la región. Queda los veranos en la finca (Kullens Gård) fuera de Knickarp en el sur de Suecia. En 1.991, se casó con Felípe Edfast (a la derecha). Le gusta leer, trabajar de jardínería, esquiar. Le encanta la comida bien preparada. |
Felípe Edfast nació en el sur de Suecia, donde vivió hasta su adolescéncia. Pues, su carrera ha sido bastante sinuoso. Ha probado un succeción de trabajos distintos como obrero de fábrica, jornalero, trabajador de lechería. Ha sido interpreta, traslador y profesor de idiomas. Vivió y estudió en los años ochenta en Taipei, Taiwan . Es cirujano, y ha trabajado en esta posición en varios hospitales en toda Suecia. Depués de recienes paradas al Departamiento de Cirujanía Pediátrica del Karolinska Sjukhuset de Estocolmo y al Departamiento de Cirujanía Toräcica en Lund, vuelve ahora al norte por las últimas preparaciónes para una próxima viaje al extranjero. Queda los veranos en la finca (Kullens Gård) fuera de Knickarp en el sur de Suecia. En 1.991, se casó con Margarita Koltai (a la izquierda). Le gusta leer, trabar de jardinería, esquiar. Le encanta la comida bien preparada.
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la Cabaña
Nuestra humilde cabaña está situada en Västerlen, un rincón de Skåne menos conocido al ambos lados de la famosa "Landsvägen"; "La Carretera", que según la tradición corta a Suecia en dos partes iguales. Cérca está la medieval ciudad hansa de Ystad, y la finca fue en el pasado una dependencia del castillo Marsvinsholm .
el Carro
Obtenido solamente por razón sentimental, el viejo gato sin embargo se ha mostrado ser el criado más de confianza del establo. Se lo ha logrado a conseguir un viaje de 7,000 kilómetros hasta su patria, Inglaterra, sin que haber que cambiar ni siquiera una sola ala. Aceite, sí, demandó en quantidades copiosas, péro, ¿qué todo no hacemos para alegrar a nuestros Jaguars ?